La Cinesiterapia, también llamada Kinesiterapia o Kinesioterapia, es el grupo de técnicas de la fisioterapia que se basan en emplear el movimiento como medida para mejorar la salud o recuperarse de una lesión o disfunción. Es la base de los tratamientos de rehabilitación.
El movimiento es una valiosa herramienta para mantener la salud, curar enfermedades agudas, o rehabilitar disfunciones motoras congénitas o adquiridas. Por lo tanto la Cinesiterapia son aquellas movilizaciones que realice un paciente bajo indicación o ayuda del fisioterapeuta.
El ejercicio con efecto curativo es indicado para reducir el dolor, mantener o aumentar el rango de movimiento articular y muscular, mantener o mejorar el fortalecimiento de músculos específicos, la coordinación y el control neuromuscular, mejorar el equilibrio, el mantenimiento de posturas correctas y en el aprendizaje y reaprendizaje motor.
El ejercicio para la salud es utilizado en la prevención primaria y secundaria. Cada vez más, forma parte de los tratamientos complementarios en muchas enfermedades crónicas estabilizadas. Principalmente se aplica en la prevención cardiovascular, en condiciones crónicas del aparato locomotor clínicamente estables y la prevención y el tratamiento de la diabetes y de la obesidad.
Efectos fisiológicos de la Cinesiterapia
Locales:
- Estimulación de la función osteoblástica. Favorece la creación de hueso.
- Aumento de la combustión de glucógeno del músculo y aumenta la hiperemia, por lo que hay una mayor nutrición a nivel muscular.
- Estimula la secreción de líquido sinovial. Esto disminuye la atrofia del cartílago disminuyendo o previniendo la posibilidad de padecer artrosis.
- Mejora la nutrición de los nervios periféricos.
Generales:
- Aumenta la temperatura corporal.
- Mayor riqueza de oxígeno.
- Mayor exaltación de la funcionalidad de los órganos.
- Mejor funcionamiento fisiológico.
Tipos de movimientos
Dentro de la cinesiterapia, encontramos dos subgrupos: Cinesiterapia activa y Cinesiterapia pasiva. La activa es aquella en la que el paciente realiza el movimiento de manera voluntaria. Se utiliza en las últimas fases del proceso de rehabilitación cuando el paciente dispone de mayor autonomía. La pasiva, por el contrario es aquella en la que el paciente no realiza ninguna acción voluntaria. Es el fisioterapeuta o algún agente externo el que moviliza al paciente.
- Movimientos pasivos: cuando el paciente ha sufrido una lesión grave o aguda que contraindica el movimiento activo o cuando hay una parálisis del movimiento.
- Movimientos activos asistidos: cuando hay una reducción de fuerza muscular, una parcial denervación muscular, dolor, fuerte espasticidad, o un déficit de coordinación neuromuscular.
- Movimientos activos y activos resistidos: para mejorar el control neuromuscular, la fuerza, las funciones motoras, y la condición física de los pacientes.
En rehabilitación neurológica, debido a la complejidad de la sintomatología, se suele usar un conjunto de técnicas y métodos. Bobath, Kabat, Brunnstrom, Perfetti, etc. son métodos que permiten adaptar el ejercicio o la actividad al potencial específico del paciente.