Masoterapia o Masaje Terapéutico

La Masoterapia o Masaje Terapéutico es una técnica integrada dentro de la fisioterapia y consiste en el uso de distintas técnicas de masaje para el tratamiento de enfermedades y lesiones.

Por lo general se realiza en la columna cervical, dorsal o lumbar pero se puede aplicar a todo el cuerpo bien en la extremidad superior como en la inferior. Es uno de los tratamientos más efectivos que provoca los siguientes beneficios:

  • Mejora la circulación sanguínea y linfática.
  • Alivia las contracturas musculares.
  • Elimina las adherencias entre los músculos superficiales y los profundos.

Hay diferentes tipos de masaje: transverso profundo, tejido profundo, deportivo, anti-celulitis, drenaje linfático, etc. El tipo de masoterapia más utilizado por los fisioterapeutas es el de tipo clásico que tiene un efecto descontracturante.

En fisioterapia además existen otros tipos de masajes terapéuticos:

  • El masaje transverso profundo útil para tratar la tendinitis.
  • El masaje miofascial que se utiliza para el tratamiento del dolor causado por el tejido conectivo.
  • Masaje linfático o drenaje linfático que se realiza como terapia para el linfedema.

Los efectos del masaje da excelentes resultados en el tratamiento de dolor de la espalda (cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias), alivia los síntomas de la inflamación, además disminuye la rigidez y el dolor causado por el estrés o la tensión emocional.

Normalmente, el masaje terapéutico cervical además de aliviar los síntomas de la cefalea tensional (dolor de cabeza) que se origina en el cuello, alivia los mareos y la sensación de inestabilidad ocasionada por esta.

También se utiliza para el tratamiento de las cicatrices post-quirúrgicas porque favorece la eliminación de las adherencias de los tejidos y hace más suave y fluido el movimiento. Además de los beneficios para el cuerpo, la masoterapia tiene un efecto relajante, especialmente para las personas emocionales o ansiosas, mejora el humor y distrae de las preocupaciones diarias y el estrés.

Los beneficios directos son:

  • Mejora la circulación: acelera el suministro de oxígeno, nutrientes y la eliminación de desechos metabólicos.
  • Tiene una acción descontracturante sobre los músculos, alivia el dolor muscular.
  • Refuerza el sistema inmunológico, porque estimula la circulación linfática que elimina: virus, bacterias, escorias, toxinas, etc.
  • Separa las adherencias de los tejidos superficiales y profundos.
  • A nivel de los nervios, eleva el umbral del dolor y acelera la conducción nerviosa.
  • El calor en el nivel de la zona tratada provoca lo efectos típicos de la terapia del calor (vasodilatación, hipertermia, aceleración de reacciones celulares y aumento de la elasticidad de las fibras de colágeno de los tendones).