La danza es un arte que utiliza el cuerpo en movimiento como lenguaje expresivo. Independientemente de las disciplinas que haya, en todas ellas se involucra por completo todo nuestro cuerpo, siendo de vital importancia la región abdomino-pélvica.
Dentro de esta región, el suelo pélvico desempeña un papel esencial. No solo es el responsable de la sujeción y continencia de toda la región, sino que su correcta funcionalidad nos ayuda a gestionar las presiones intra-abdominales mejorando así nuestra salud corporal.
El baile nos puede ayudar a mantener una salud óptima de nuestro suelo pélvico ya que nos proporciona conciencia corporal, fortalecimiento, movimiento, higiene postural…
Aún así, a menudo se realizan esfuerzos e impactos excesivos que hacen desequilibrar las fuerzas internas pudiendo desencadenar disfunciones de la región pélvica.
Yo que me dedico a la danza, ¿Cómo sé si tengo una disfunción del suelo pélvico ?
Nos dan una pista algunos de los siguientes síntomas:
- Pérdidas de orina en esfuerzos (saltos, incorporaciones, movimientos bruscos…): UNA GOTA YA ES UNA PÉRDIDA.
- Dolor en la región lumbo-pélvica. A menudo el dolor lumbar viene de una mala gestión de fuerzas.
- Aumento o desequilibrio de la frecuencia miccional.
- Dificultad para contener gases.
- Estreñimiento
- Alteración en las relaciones sexuales: dolor, imposibilidad…
- Dolor en las mentruaciones
- Dificultad para orinar
Estos son algunos de los síntomas que deben alertarte de que tu suelo pélvico está sufriendo.
Desde la fisioterapia podemos proteger el suelo pélvico analizando diferentes aspectos de tu práctica en la danza que puedan estar afectándolo.
No solo nos importa tratar la afección sino la prevención es esencial en esta disciplina. Es muy interesante hacer una valoración del suelo pélvico en los/las bailarines/as para poder ir a favor y sacar el mayor beneficio posible en nuestra salud mediante el baile.